viernes, 10 de diciembre de 2010

Crónica de un año de gestión

El 9 de diciembre de 2009, Daniel Alberto Passarella cumplió su sueño de ser presidente de River. Su elección marcó claramente un cambio por parte del socio, que esta vez eligió a un ex jugador y no a un dirigente para hacerse cargo del club de Núñez.
Passarella inició su mandato con el club en malas condiciones económicas. Eso está claro, y se vio reflejado en las campañas de sus principales competidores en las elecciones de hace un año, Rodolfo D'Onofrio y Antonio Caselli, que tenían como caballito de batalla la inversión de veinte millones de dólares para sanear las deudas. Veinte millones de dólares de una, que resolverían los problemas económicos de la institución causados por la no venta de jugadores en los últimos tiempos. Pero la gente eligió otro perfil.
La primera camada de refuerzos de Passarella como presidente fue un poco floja. Se incorporaron Juan Manuel Díaz, Rodrigo Rojas, Gustavo Canales y Alexis Ferrero. De los cuatro, sólo Ferrero logró adaptarse al sistema y al paladar riverplatense. Como contrapartida, en junio, durante el Mundial, se hizo una limpieza del plantel. Y Passarella decidió que se fueran varios jugadores que él mismo había pedido cuando fue técnico Millonario.
Tiempo después llegó su primera decisión en lo que respecta al DT. A Astrada lo había "heredado", es cierto. Pero cuando los resultados no se dieron, aunque había prometido cumplir contratos, decidió removerlo de su cargo. En ese momento tuvo la chance histórica de repatriar a Ramón Díaz, con quien había coqueteado durante su campaña, pero terminó eligiendo a Angel Cappa.
A mitad de año el panorama de refuerzos fue positivo. Se produjeron las excelentes y necesarias incorporaciones de Juan Pablo Carrizo y Mariano Pavone y las buenas apuestas de Acevedo, Maidana y Román. Claro que también hubo otras un tanto inentendibles: Arano, Caruso, Ballón.
Con todo, las cosas no le salieron bien a Cappa. Después de una seguidilla de cinco empates, dos derrotas y el fantasma de la Promoción que seguía acechando a River, Passarella decidió su salida. La llegada de JJ López le dio un envión al equipo, que empezó con el triunfo en el Superclásico. Es cierto que Cappa había tenido un arranque similar, pero con JJ hubo una diferencia enorme: River salió de la Promoción.
Hoy todo apunta a que el Kaiser va a ir en busca de Sabella, amigo y confidente de él, aunque es muy difícil que se valla de Estudiantes, ya que tiene contrato hasta junio y está viviendo un gran presente. Hoy todavía se pelea por el fideicomiso, que se había prometido para este mercado de pases pero no llega. Además, se han rechazado ofertas millonarias por Lamela y Funes Mori. Pero lo más importante es que hoy River puede pasar las fiestas en paz. El equipo está afuera de la Promoción. El presidente, lógicamente, sigue aprendiendo mientras gestiona.

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