domingo, 19 de diciembre de 2010

"Yo no quiero meter preso a nadie"

Apenas un puñado de votos depositó al Kaiser en el sillón presidencial de Núñez hace un año. Agarró un fierro caliente, un club con una deuda abultada y un equipo peleando el descenso. "La gente sabe que de la cabeza de la Comisión Directiva para abajo parte un mensaje de integridad y de sinceridad", es su balance.
Además, Passarella se refirió al juicio iniciado contra su antecesor José María Aguilar y la mano derecha de este, Mario Israel, por un faltante de 4 millones de dólares en la venta de Fernando Belluschi. "KPMG, la empresa que está a cargo de la auditoría, encontró un faltante de dinero y por eso decidimos ir a la Justicia. Yo no quiero meter preso a nadie, pero quiero que las cuentas sean claras. Repito: no vine con la intención de meter preso a nadie. Voy a actuar de acuerdo a lo que me diga la auditoría. Contratamos a KPMG porque es una de las empresas más serias del mundo. Si hay más de tres millones y medio de dólares que no cierran, al que es responsable que Dios lo acompañe. Yo no lo voy a salvar, quedate tranquilo. Porque si vos te llevaste algo que no es tuyo, devolvelo. Después, si te quiere meter preso la Justicia, que se arreglen. A mí no me importa. Nada más que eso. Quiero que a River le devuelvan ese dinero si es que se confirma que hay una irregularidad".
Con todo, River debe afrontar una situación económica delicada, con casi 80 millones de déficit. "Tenemos un déficit operativo mensual que ronda entre los 700 y los 800 mil dólares, y cuando llegamos superaba el millón de dólares. A eso lo podemos corregir con la venta de un solo jugador. Y dentro de poco saldrá el fideicomiso por 20 millones de dólares, que algunos dijeron que no iba a salir porque, según ellos, River está fundido. Quisiera escuchar a los que hablaron, que salgan ahora y digan: Nos equivocamos".
Se refirió a posibles ventas para aliviar la situación. "No vamos a vender a Funes Mori por ocho millones de euros ni a Lamela por doce, porque para mí valen mucho más. Cuando llegamos, Funes Mori quedaba libre. Le hicimos un contrato a las corridas. Quedaban libres él, Villalva, Affranchino, Cirigliano, Pereyra. Y tuvimos que hacerles contratos de apuro con todo el quilombo que nos encontramos porque no teníamos plata. Por eso empezamos a pedir préstamos bancarios. No pedíamos para llevarnos la plata a casa; fue para afrontar los gastos que teníamos y para reforzar el plantel".
De cara al futuro es optimista, ya que en su opinión, el club "está mucho mejor. El 31 de diciembre finaliza el contrato firmado por los recitales y que se cobró todo anticipadamente; y lo vamos a renovar. Coca Cola debe renovar, pero no sabemos si lo renovaremos. Porque acá todos se aprovecharon de la pobreza. Coca Cola tiene un cachet que es bajo y posee una gran cantidad de publicidad en el estadio. Y a mí, como soy medio loco, se me puede antojar poner los colores de River en el espacio donde está Coca Cola. Como se me antoja no venderlo en doce millones a Lamela ni en ocho a Funes Mori; se me antoja no venderlos porque creo que valen más. Y el socio de River, que no es boludo, aplaude porque sabe que tengo razón. Y sabe que en una sola de ésas que acierte, con Lanzini, Lamela, Funes Mori o Buonanotte, chau. Si vendemos algún jugador, lo venderemos como nosotros queremos, no como quiere el que viene a comprar. Nosotros tenemos el producto, y el producto vale mucho".

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