Al presidente del Benfica lo desgastó la ambición de Passarella y se puso bastante impaciente. ¿Es decisión o pura estrategia? Se verá...Si es decisión o pura estrategia es algo que lo determinará el tiempo.
La cuestión es que Luis Felipe Vieira, al menos, se desgastó. O así lo dejó trascender. Lo que le sacudió la paciencia al presidente del Benfica es la ambición de Daniel Passarella por Gabriel Funes Mori. Esos diez millones de euros limpios que exigió el Kaiser por el 9 después de recibir una oferta por 8,5 millones. Ese ir y venir que ya lleva un mes largo. Ese "no entiendo que sea tanta plata por un juvenil que ni siquiera es titular en River", como deslizó un dirigente cercano a Vieira.
Con este escenario se encontró Miguel Pires, el empresario que ayer llegó a Portugal para definir el pase de José Luis Fernández (de Racing) y hablar cara a cara por lo de Funes Mori. Y aunque el dinero de la transferencia lo pone Kia Joorabchian, el Benfica se tiene que hacer cargo del contrato y sus derivados. Además, desde el club sostienen que ya tienen a Saviola y Tacuara Cardozo, miran a otro delantero y pretenden darle más minutos a Franco Jara. Precisamente al ex Arsenal se lo mencionó como posible llave para agilizar el traspaso de Funes Mori, pero no. Jara, de momento, no se mueve de Portugal.
"Hasta después de fin de año no habrá una definición", dijo anoche Pires. El empresario recibirá el 2011 en Portugal y allí tiene previsto volver a reunirse con Vieira y compañía para tratar de que no se trunque la operación.
Mientras tanto, el Mellizo se está entrenando con el Sub 20 rumbo al Sudamericano de Perú, pasará el año nuevo en Mendoza y el lunes se reintegrará al plantel argentino que el 16 de enero debutará ante Uruguay. Y como ya contó, prefiere mantenerse al margen de la operación y dice que no sabe dónde jugará luego del torneo juvenil. En este contexto, seguirá en River.
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