sábado, 30 de abril de 2011

Dios se llama Juan Pablo Carrizo

El arquero fue la figura excluyente de River en el clásico contra Racing y protagonizó varias atajadas memorables para que el Millonario reafirme su paternidad sobre los de Avellaneda.
Excepcional. Magnífico. Cualquier adjetivo quedará corto a la hora de describir lo realizado por Juan Pablo Carrizo, una vez más, en el arco de River. Firme y seguro, JP volvió a ser lo mejor del equipo y tuvo mucho mérito en este triunfo en el Cilindro.
Carrizo comenzó a responder instantes después del gol de Mariano Pavone, cuando le ahogó un remate a quemarropa a Teófilo Gutiérrez. Luego, desfilaron más atajadas al colombiano, a Pablo Lugüercio y a cada disparo de Racing que iba al arco.
River volvió a mantener la valla en cero y sumó tres puntos de oro, justo cuando había que levantarse lo antes posible del cachetazo de Godoy Cruz. Juan Pablo, máxima figura de la tarde, se llevó los tres puntos y todos los aplausos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario