sábado, 9 de julio de 2011

Hoy se cierra la venta de Lamela

Passarella quedó varado en Barcelona y recién hoy se firmará la venta de Lamela a la Roma. A River le entrarán 12 millones de euros limpios y dos más por bonus. Un negocio de Primera.
Cuando Belgrano lo condenó al infierno, en Italia se especuló con que el descenso de River le serviría a la Roma para bajar la cotización de un jugador que formaría parte de un plantel de Segunda. Pero la zurda de Erik Lamela es de Primera y se cotiza en millones. Ya a los 12 años Barcelona se lo quiso llevar (sin pagar) porque sabía que se trataba de una joya. En Núñez pudieron retenerlo, el pibito creció, pegó el estirón, tomó la sopa, comió polenta y ahora hará engordar a la raquítica tesorería del club. Al mediodía de Italia, bien temprano en la Argentina, será la hora de ponerle las firmas a su transferencia a la Roma y al contrato que lo vinculará por cinco temporadas con su nuevo equipo.
"Ya está todo listo, falta que llegue Passarella, firmamos y todos contentos", resumió uno de los protagonistas de la negociación. La llegada tardía del Kaiser y Daniel Bravo, el secretario de River, se dio por culpa de un retraso en el vuelo que los cruzó a Europa. La partida de Buenos Aires hacia Barcelona se postergó unas horas, eso les hizo perder la conexión hacia Italia y los obligó a pasar la noche en España. Por eso recién hoy se verán las caras para sellar un acuerdo que ya está cerrado: en Núñez confirmaron que recibirán 12 millones de euros por el pase y otros dos millones por bonus que se cobrarán una vez que Lamela juegue 10 y 20 partidos con su nueva camiseta. En total, y convertido a dólares, se llega a una cifra global que roza los 20 millones de dólares, un negocio redondo e histórico para River, que sólo es superado por aquella venta de Saviola al Barcelona, en el 2001, en 24 millones de dólares.
Justamente los catalanes fueron los primeros interesados en Erik, cuando no estaba ni cerca de la Primera. Siete años después y con 11 partidos como profesional, el Milan ofreció 12 millones de euros para llevárselo y Passarella pidió 20, como figuraba en la cláusula de rescisión. Ahora con 12 más 2 se decidió a bajar el martillo en Roma, cerquita del Vaticano. Vendido tú eres, Erik.

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