martes, 1 de febrero de 2011

Súper Chichizola...

Chichizola fue titular en la práctica, va a jugar contra Boca y, salvo un cambio repentino de planes, será el arquero de River en el próximo Clausura. Atajate.
"No sé si me queda grande o chico, pero me siento muy cómodo en el arco de River. Y aunque no voy a decir que era mi ídolo, sinceramente me gusta, me motiva y me halaga que me comparen con Carrizo".
Llevaba apenas un partido en Primera. Y si bien aquella vez había elegido colores menos estridentes que el blanco impoluto que lució el último viernes, frente a Estudiantes, ya se había hecho notar con dos tapadas bárbaras y un penal atajado. Había mostrado que River tenía un proyecto serio de arquero. Y había contado, que la responsabilidad no le pesaba. Signos y señales por las que hoy, un año y medio después de aquel amistoso frente al Toronto FC, sigue llamando la atención. Tanto, pero tanto, que Juan José López ya tiene prácticamente definido que Leandro Chichizola ataje mañana frente a Boca y sea el arquero titular de River en el próximo Clausura.
Si bien Falcioni parece tener más motivos para sonreír en este 2011, Jota Jota ya encontró lo que el técnico de Boca todavía está buscando: un dueño para el arco que quedó vacante tras el esguince con compromiso de la cápsula ligamentaria del tobillo izquierdo que sufrió Juan Pablo Carrizo. Y ese dueño es el pibe, de 20 años, nacido en San Justo, Santa Fe. Al menos eso es lo que había mostrado al ponerlo entre los titulares en el amistoso frente a Estudiantes del último viernes y lo que ratificó en la práctica de ayer. Porque pese a haber ordenado puertas cerradas, se supo que Chichi volvió a cuidar el arco del equipo que mañana irá por la revancha en el segundo superclásico del año. Y que Daniel Vega ocupará el mismo lugar en el que estuvo durante las 19 fechas del último campeonato: el banco de suplentes.
A los 20 años, con buenos reflejos y un interesante juego aéreo pese a no ser precisamente un lungo (mide 1,80 metro), Chichizola está ante la oportunidad que soñó desde que llegó a Núñez con edad de Octava. Una chance única que, con un pasado como basquetbolista en su pueblo, vale doble o triple. Y que él, como contó hace unas horas, ni siquiera imaginaba. Los que sí le veían pasta eran el propio Jota Jota y Daniel Passarella, quien a fin del año pasado, cuando el arquerito no descartaba buscar otro horizonte, lo citó y le firmó un contrato por cuatro años con una cláusula de rescisión millonaria. Ahora, todo depende de él.

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