domingo, 9 de enero de 2011

"Sin Ortega, la 10 de River es para Lamela"

El Muñeco trabaja para volver a jugar en Nacional tras su lesión pero no se olvida de River. Elogia a Erik, a quien le augura un crecimiento enorme, banca a JJ y ruega que desaparezcan los fantasmas.
Marcelo Gallardo se fue de River a mitad del año pasado. Había llegado desde hacía sólo uno desde el D.C. United, y apenas dos fotos nos ha obligado a guardar: las de los tiros libres a Abbondanzieri y a Boca, y dos trucos de magia en el histórico 3-1 a Arsenal. Ahora en Uruguay, el enganche debutó en Nacional en un 1-1 contra Tanque Sisley. Ingresó a los ocho minutos del segundo tiempo, ya recuperado de unas molestias que lo habían alejado de los partidos ante Fénix y Wanderers. Al otro encuentro, Gallardo fue titular: nueve minutos iban del 1-0 con Bella Vista cuando se rompió el tendón rotuliano de la rodilla derecha.
Así que aquí anda el Muñeco, sentado y esperando, tachando y calculando, "a 40 días de recuperarme, ya en la etapa final".
En seis meses jugaste 46 minutos, nomás.
-Una desilusión muy grande, un bajón. La verdad, no me lo esperaba. Entonces tuve la sensación de que me habían pegado una patada en la rodilla, un chicotazo, algo así. Había llegado renovado, con muchas ganas, para que justo me pasara lo que me pasó. Vos lo viste recién: toda la gente que se me acerca, me da fuerzas, me saluda. El cariño de las calles uruguayas me ha dado más fuerzas para encarar este año.
¿Te dolió que Cappa no quisiera contar con vos?
-Siempre son amargas las despedidas. Es River, siempre será así. La amargura al irme es la misma nostalgia que voy a sentir si algún día vuelvo al club.
Al fútbol argentino le faltan jugadores talentosos como vos. ¿No quisiste seguir en otro club?
-No. Tuve chances, pero no quise, no.
¿Por qué?
-Por una cuestión sentimental. Sólo eso, nomás. No quise jugar en otro club argentino que no fuera River. Yo puedo decir que me siento identificado con una sola camiseta. Nunca me imaginé analizando ofertas de otro lado, andar calculando si me pagaban mejor o peor, o aprovecharme de la situación. En la Argentina sólo me veo con unos colores: los de River.
En tu puesto confluyen ahora los más jovenes del plantel: Buonanotte, Díaz, Lanzini, Pereyra, Lamela. Extraño, ¿no?
-Todos chicos con talento, calidad. Me sorprendió la adaptación de Lamela, su evolución desde que llegó a Primera. Ya creció mucho, y su crecimiento será enorme aún. Otro que me gusta es Lanzini.
La apuesta de Cappa.
-Es muy bueno, Lanzini. Lo vi en algunas prácticas y tiene una inteligencia inusual para su edad.
Ya sin Ortega, ¿quién puede calzarse la 10?
-Lamela. Con sus cualidades, Lamela puede usarla tranquilamente.
Desde que llegó Jota Jota se ha debatido sobre el estilo de River. Se dice que al equipo se lo ve más firme, más conservador. ¿Coincidís?
-El mérito de Jota Jota fue haber respaldado a ciertos jugadores, mantenerlos firmes en el equipo. Y tuvo un envión fundamental, que fue haberle ganado a Boca. River necesitaba un triunfo así, de ésos que te dan confianza. Luego, fijate, ya fue otra cosa. Ganó en Santa Fe, goleó en Lanús, una cancha en la que siempre se nos complicaba, y terminó jugando bastante bien.
¿Y ahora?
-Y ahora, que desaparezcan los fantasmas. Que arranquemos bien, que peleemos un torneo otra vez.

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