A 72 horas del partido, aún no es oficial dónde jugará River el sábado. Insisten con un amparo para seguir en Núñez.
El jueves pasado, el Comité de Seguridad anunció una sanción para River de cinco partidos sin poder jugar en el Monumental (los dos primeros sin público). Porque el viernes, el club de Núñez envió un comunicado en el que adujo no haber recibido la notificación de dicha suspensión, tildó de injusto "un trámite plagado de vicios procesales" y advirtió que seguiría jugando en su estadio "y con público". Porque el fin de semana deslizó la chance de utilizar un recurso de amparo. Porque ayer finalmente recibió la oficialización de la sanción (ya no eran sólo "versiones periodísticas", como sostenía el comunicado). Porque en la tarde-noche de ayer, en medio del regreso oficial de los hinchas visitantes y de la hipercaliente Asamblea de Representantes de Socios, el tema de dónde recibiría River a Desamparados provocó una usina inagotable de especulaciones. Si hasta Claudio Pazos, vicepresidente de Huracán, deslizó cerca de las 9 de la noche: "River cree que va a jugar en el Monumental, pero a Huracán le avisaron que va a ir al Ducó".
Porque anoche también, cuando Passarella era insultado en el club y la AFA anunciaba los árbitros sin aclarar dónde será local el equipo de Almeyda ante los sanjuaninos, en este convulsionado River se hablaba de nuevo de la presentación de un recurso de amparo y de una apelación para, al menos por ahora, seguir jugando de local en el Monumental y con la presencia de hinchas (al menos socios, como pasó en el debut en la BN frente a Chacarita).
Porque, en definitiva, River resiste. Y es algo que, descenso mediante, aprendió muy bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario