lunes, 22 de agosto de 2011

"Cuando la vi entrar no entendía nada"

Ocampos cuenta la felicidad luego de su primer gol, el salto del Sub 17 a la Primera de River y los consejos de Almeyda, el Chori y Cavenaghi. Feliz día, niño.
Lucas Ocampos está tratando de acomodarse al vertiginoso mundo riverplatense con sus 17 años recién cumplidos. Jugó los dos primeros partidos como titular y no sólo cumplió con creces con la confianza que le dio Almeyda sino que también metió un golazo en su segunda presentación. En pleno Día del Niño, se le nota la frescura en sus respuestas. Es espontáneo, atrevido, de frases cortas y sonrisas pícaras. "Es un sueño cumplido. Un momento que no podré olvidar. Una emoción muy grande para mi familia", admite.
¿Qué sentiste cuando te diste cuenta de que la pelota se metía?
- Cuando la vi entrar, no entendía nada, qué sé yo. Estaba perdidísimo. Gracias a Dios se me dio y ahora quiero disfrutarlo. Por suerte, mi viejo me acompañó, estuvo en la cancha, así que mi primer gol fue para él.
¿Estuviste más tranquilo que en el debut?
- Sí, bastante. Lo que pasa es que se me vinieron muchas cosas de golpe. Cuando bajé del micro el martes y vi tanta gente que venía a alentarnos, uff. Fue algo impresionante, jamás lo había sentido en mi vida y no lo voy a olvidar. Ni mi familia, por supuesto.
¿Qué compañeros se te acercaron en estos días para aconsejarte?
- Todos, el Chori, Fer (Cavenaghi) y Alayes siempre me dicen que juegue tranquilo, que lo disfrute. Me sirve un montón lo que me aconsejan. Lo valoro.
¿Qué te dice Almeyda?
- Que juegue tranquilo, que por algo me eligió para estar entre los 11 y que siga haciendo las cosas como en las prácticas.
¿Cómo se dio el paso de Quilmes a River?
- Después del Sudamericano Sub 15. Es que antes de viajar, habíamos jugado un partido con River: empatamos 2 a 2 y yo metí los dos goles. Ahí se habló de la posibilidad de que me compraran, pero recién me lo dijeron cuando volví de la Selección.
¿Te costó acostumbrarte al cambio?
- Fue difícil, pero me apoyaron los chicos que conocía de la Selección y entonces se me hizo más fácil. En total éramos siete... Andrada y Pugh me ayudaron mucho y así me pude acostumbrar rápido al equipo.
Pero en las Inferiores de Quilmes jugabas de delantero.
- Sí, toda mi vida jugué de delantero, hasta que en el Sub 17 empecé a jugar de volante por izquierda y ahora Matías me puso en ese puesto. Me había visto en un partido que fuimos a jugar contra la Primera. Y parece que le gustó.
Igual, se nota que desequilibrás cuando encarás para adelante.
- Me gusta mucho el mano a mano, todavía tengo lo ofensivo de un delantero. En el primer partido estaba un poco nervioso, pero después me fui aflojando y en Mendoza me fue mucho mejor. Me preparé con todo en la pretemporada, los trabajos me resultaron muy duros por mi edad, pero me hicieron bien.
¿Tampoco tenés problemas en bajar a marcar?
- No me cuesta porque me preparé bien en Mar del Plata. Igual, lo tuve que trabajar bastante, se me hacía duro al principio, aunque por suerte me adapté y ahora me sale bien.
¿Te sorprendió este proceso tan rápido?
- Y sí, me tomó un poquito por sorpresa. Matías me dio la posibilidad y gracias a Dios la supe aprovechar.
¿Qué fue lo que más te llamó la atención?
- Mucho no me daba cuenta. Me parece que recién caí cuando estaba en el túnel a punto de salir a la cancha en el Monumental la tarde de mi debut... Fue increíble...
¿Qué cosa te marcó?
- Todo. Pero desde el túnel, escuchaba a la gente cantar, alentar al equipo, y ahí se me puso la piel de gallina. Se me vinieron mil cosas a la cabeza. Todo el esfuerzo de mi gente.
¿Y dónde está la camiseta del debut?
- Esa quedó en un cuadrito, la guardo junto a las que tengo de Selección.
¿Cuál es tu referente?
- Admiro a Cristiano Ronaldo, es un crack.
¿Te critica tu papá?
- A veces. Antes le preguntaba más. Ahora no tanto.
¿Por qué?
- Para distraernos, hablamos de otras cosas. Igual, sé que se moría de ganas de preguntarme por el gol que le dediqué.

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