Luego del triunfo ante Desamparados, los titulares hicieron trabajos regenerativos en la pileta del vestuario local del Monumental. Por su parte, los suplentes realizaron un fútbol informal. Un día de relax para el Millo.
Muchos lo habrán mirado de reojo al Pelado Almeyda cuando le comunicó a su plantel que este domingo, día de descanso por excelencia, había que entrenar, por más que se hubiese conseguido un nuevo triunfo en la B Nacional. No hay tiempo que desperdiciar y, por eso, hay que trabajar. Entonces, bien temprano, los jugadores tuvieron que dirigirse al Monumental para formar parte de otra práctica. Sin embargo, allí, el DT y su cuerpo técnico los esperaban con una sorpresa, con tareas muy tranquilas. Indicaciones tácticas y estratégicas, en otra ocasión…
¿Qué hicieron entonces? El grupo se dividió en dos. Por un lado, los que jugaron ante Desamparados realizaron tareas regenerativas. A diferencia de otras ocasiones, esta vez no hubo trotes livianos o algo por el estilo. Hubo actividad acuática… ¿Cómo? Sí, los titulares se la pasaron en la pileta del vestuario local. Sí, hicieron agua. Chapoteando, chapoteando.
Por su parte, quienes estuvieron en el banco y los que directamente no concentraron también tuvieron una jornada agradable, ya que realizaron un fútbol informal. A puro picadito… Almeyda, de paso, siguió de cerca las acciones para tomar algún apunte.
Y, ahora sí. Después de este entrenamiento, los futbolistas retomarán las actividades el martes. Tendrán lugar para descansar durante lo que resta del domingo y todo el lunes. Luego, por supuesto, pensando en el choque ante Quilmes, se reanudarán las prácticas con todo, ya que habrá doble turno en el predio de Almeyda en Benavídez.
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