"Hay buen pie y uno se siente bien"

El uruguayo Sánchez jugó un gran partido y convirtió por segundo partido al hilo: ya le había hecho uno a Independiente Rivadavia. "Uno aporta lo suyo gracias a los compañeros que se brindan al máximo", tiró el volante.
Este Carlos Sánchez no es chiste. Tuvo un gran debut, fue figura en el segundo en Mendoza y, otra vez, la rompió en la cancha de Huracán. El Pelado, una de las caras nuevas de este River, al que hubo que esperar un poco más de la cuenta para que se sumara, le está dando la razón a Matías Almeyda, que fue quien lo pidió. Así como convirtió ante Independiente Rivadavia, lo hizo otra vez ante Desamparados. Y la vida le sonríe al uruguayo.
Y su gol fue clave. Porque a segundos de terminar el primer tiempo, cuando el equipo ganaba 1-0 (no le fue fácil ponerse arriba), a los 45' Sánchez cabeceó al gol. El arquero Giordano sacó largo, Ocampos recuperó la pelota con inteligencia, desbordó por la izquierda y la puso al medio para que el Pelado llegara sólo, sin marca y marcara su segundo tanto consecutivo. Su beso al anillo (su mujer Selene espera a su segundo hijo) y su alegría por la ventaja necesaria. Y casi aumenta, a los dos minutos del segundo, cuando estrelló un pelotazo en el travesaño.
Supo tomar la posta de un Domínguez que estuvo muy marcado, fue criterioso para manejar la pelota en un partido que no se le hizo fácil a River, ni en el inicio ni después del descuento. La tranquilidad la consiguió gracias al 3-1 del Chori. Y todas fueron risas...
"Uno está agradecido a Matías (Almeyda). Aporta lo suyo gracias a los compañeros que se brindan al máximo. Se note que hay jugadores de buen pie y uno se siente bien. Sumamos de a tres. Estamos tranquilos con lo que viene", tiró el volante una vez finalizado el encuentro en conferencia de prensa.
Por otro lado, Sánchez se refirió al hecho de haber jugado sin público: "Me da pena jugar una partido así. Lastima al fútbol argentino. Ver la cancha vacía incomoda un poco". Igualmente, al mediocampista esa incidencia no le impidió desplegar su mejor fútbol y, así, fue uno de los baluartes del tercer triunfo del Millo.