River va por su cuarta victoria consecutiva, una racha que no consigue desde el Clausura 2008, cuando dio su última vuelta olímpica. Que no se corte...
Por qué no? Matías Almeyda anda derecho en su flamante rol de entrenador, el equipo ganó los tres primeros partidos y hoy va por el cuarto al hilo. El team del Pelado se viene consolidando, el funcionamiento colectivo va de menor a mayor y el grupo se está ensamblando. Esta tarde se medirá con uno de los rivales más fuertes de la categoría y un triunfo frente a Quilmes, el cuarto consecutivo, además de mantenerlo en la punta igualará un hecho que hace más de tres años que no se da. Oh casualidad, la última vez que River festejó cuatro victorias seguidas fue en el Clausura 2008, el campeonato en el que consiguió su último título, con el Cholo Simeone como entrenador y con Ariel Ortega como la gran figura. Todo lo que vino después fue la debacle total que tuvo el fatídico desenlace: el descenso.
El Burrito lucía la 10, la misma que hoy brilla en la espalda del Chori Domínguez, y fue protagonista directo de la racha que le dio el sprint final al equipo para la vuelta olímpica. La historia venía complicada y el grupo se unió en la adversidad. En las cuatro fechas finales apareció la seguidilla de victorias: 1 a 0 con Huracán, 2 a 1 frente Colón en Santa Fe y el 2 a 1 contra Olimpo que llevó a la obtención del título número 33. El cuarto se dio ante Banfield, como visitante, ya sin Ortega porque Simeone lo había borrado y con otro volantazo: perdía 0-2 y terminó llevándose los tres puntos (3 a 2).
Salvando las diferencias entre el contexto y los protagonistas, hay algunos puntos en común entre aquel celebrado capítulo del 2008 y este histórico momento de River. El equipo de Almeyda tiene su propia mística, que parece haber brotado del amor propio del Pelado, protagonista del maldito descenso. Un golpe y el resurgir de entre las cenizas. Hoy irá por otro triunfo que igualará aquella racha. ¿Tendrá el mismo final?
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