miércoles, 14 de septiembre de 2011

"Dejo lo que sea por River"

Lucas Ocampos, la gigantesca revelación de River, dice que vive "un sueño". Cómo fue saltar en dos meses de Sexta a Primera. Cómo es superar las tentaciones en plena adolescencia. Pasá y conocé al chico que se aloja en ese envase enorme.
¿Es difícil no marearse?
- Y, es complicado pero a la vez muy lindo. Pensá que hace tres meses estaba en la Sexta. Aunque no hay que confundirse. Para eso me apoyo mucho en mi familia, en mis amigos de toda la vida y en mis compañeros. Ellos me dicen que mantenga el perfil bajo y disfrute del día a día, pero siempre pensando que aún no gané nada.
¿Es cierto eso de que con un par de partidos en Primera pasás a ser más lindo?
- Es verdad. Pero como tantas otras cosas raras cuando jugás los primeros partidos. Me llama la atención que me paren los hinchas por la calle. Al principio me daba vergüenza, pero de a poco me voy acostumbrando.
¿Tenés más arrastre?
- Y sí... Me aparecen novias por todos lados o se me acercan más las chicas y me piden una foto o un autógrafo. Aunque tampoco es tanto como se dice.
¿Tu novia se la banca?
- Por suerte, sí. Ella me conoce bien, sabe cómo soy y que la quiero. Ya llevamos mucho tiempo juntos: el 21 cumplimos un año.
¿Qué cosas tuviste que dejar de hacer por jugar en Primera a los 17?
- Y, no puedo ir a comer a McDonald's ni a bailar con mis amigos. Igual, eso lo tenía claro de chiquito. Lo que sí puedo hacer es ir al cine, pero ya la gente me reconoce y me para, y a mí no me molesta. Ah, también largué el Facebook porque te agrega mucha gente que no conocés y es al pedo tenerlo porque todo el mundo se entera de lo que hacés. Ahora me manejo con el celular y hablo con los que yo quiero. Soy un adolescente como cualquiera, pero dejo lo que sea por River.
A las prácticas te lleva Bordagaray. ¿Para cuándo el registro propio?
- Me lo tienen que dar esta semana o la otra. Por ahora me pasa a buscar Memo, que vive cerca. El 206 que tenemos en casa se lo voy a dejar a mi papá, porque él lo usa para trabajar. Cuando pueda me compraré un auto, pero no tengo apuro. Me arreglo así.
¿Es verdad que a Borda lo hacés tocar bocina porque te dormís?
- Sí, me cuesta levantarme. Dos días por semana, seguro, me quedo dormido.
¿Qué te provoca ser el nuevo Torito?
- No me molesta que me pongan un apodo, pero el Torito es Cavenaghi. Yo soy Lucas o en el barrio Luquitas, porque siempre fui el más chico de todos.
El más chiquito de edad, porque físicamente no parece que tenés 17...
- Ah, sí. Yo ya me quiero quedar así, no quiero crecer más. Por suerte el doctor me dijo que ya no cree que lo haga: mido 1,87.
Almeyda tuvo un ojo de halcón con vos.
- Sí, y le estoy muy agradecido. Me vio y me dio la oportunidad. Gracias a Dios pude hacer las cosas bien. Y espero mantenerme.
¿Te está encima por ser el más purrete?
- Me aconseja, me da mucha confianza y me pide que me cuide y me prepare porque se me vienen un montón de cosas lindas por vivir. Y por sobre todo, me insiste con que mantenga los pies sobre la tierra.
Va a ser complicado. En cinco partidos en River ya se comenta que te están mirando algunos equipos europeos.
- Ni pienso en eso. Si no, me vuelvo loco. Hoy disfruto de esto. Jugar en River es lo mejor que me pasó en la vida. Este fue mi sueño siempre y hoy lo estoy viviendo. Del resto, que se ocupe mi representante. A mí me gustaría ascender y dar la vuelta olímpica en Primera con River.
¿Te da bronca que justo el sueño se te haya cumplido en la B Nacional?
- No. Me tocó debutar en la BN pero sigue siendo un sueño. Porque para mí River es el más grande y para medio país, también.

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