lunes, 13 de septiembre de 2010

La historia de Erik Lamela

Erik Lamela, el pibe que vino a buscar el Barcelona hace seis años, apareció en la primera de River. Fue una de las principales razones de la victoria Millonaria. Conocé la historia del chico que estuvo a punto de pasar al Barça, que hizo jueguitos en ShowMatch y que ayer dio una gran mano para que el Millo supere a Arsenal.
Erik Lamela nació en Carapachay el 4 de marzo de 1992. En ese momento, el River de Daniel Passarella y luego de Ramón Díaz, comenzaba a erigirse en el equipo más poderoso de los ’90. Erik era un bebé.
Llegó al club y comenzó a recorrer el camino de las inferiores. Ya desde muy pibe deslumbraba a propios y extraños en Núñez, tanto se habló de él que los ecos llegaron hasta Catalunya. La dirigencia de Barcelona lo vio en un torneo en España y tentó a su familia con el poder de los dólares: le ofertaron 120.000 euros anuales, más 8.000 de Nike. Sin embargo, José María Aguilar se movió rápido y logró abortar el caso de "piratería", como el mismo lo definió.
River le ofertó menos dinero y una beca escolar para él y sus hermanos. Así, Lamela se quedó en el cobijo del club.
Ese chico flaquito, de pelo largo, que por aquellos días vivió un raid mediático digno de Ariel Ortega: hizo jueguitos en ShowMatch y en living de Susana, Telenoche instaló un móvil en su casa, salió en los programas de Nicolás Repetto y Fernando Niembro. Toda una revolución. Incluso, varios diarios del momento, octubre de 2004, escribían que su referente y guía iba a ser un tal Lionel Messi.
Luego, al no poder pegar el estirón, su nombre salió de los medios y el chico se dedicó a jugar y ganar en inferiores. Paralelamente el club, sabiendo la joya que tiene entre manos, lo envío a un centro de alto rendimiento para que Erik fortaleciera sus músculos. Ganó títulos en 8º y 7º, luego de debutar en 9º en compañía de, por ejemplo, el Keko Villalva.
Néstor Gorosito lo hizo concentrar por primera vez cuando el pibe tenía 17 años. Cuando Ángel Cappa llegó a Núñez, quedó encandilado con dos pibes: Manuel Lanzini, a quien ya hizo debutar y Lamela, que entró ayer para cambiarle la cara a River.
Estacionado sobre la izquierda (Roberto Pereyra se movió a la derecha), Lamela comenzó a pisarle la pelotita a los de Arsenal. Toque, gambeta, técnica indisimulable y, encima, una velocidad que impresiona. Eso tiene Erik Lamela para confirmar que, una vez más, en España no se habían equivocado.
La expulsión de Roberto Pereyra, la lesión de Manuel Lanzini y que Cappa aún no ve bien a Buonanotte le abren un portón para ser titular ante Newell's, en Rosario. Ayer, por lo pronto, los hinchas de River se fueron con las manos rojas de aplaudir a la nueva joyita de la abuela, esa que casi se lleva el Barcelona, en 2004. ¡Lo que te perdiste Pep!

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