"Fue uno de los goles más lindos de mi carrera"

El que habla es el resistido delantero de River. Con el envión de su gol a Gimnasia y la ¿total? reconciliación con los hinchas, aprovecha para decir. Parece de casete su declaración. Pero no lo es. Cuando dice "la gente pide resultados y nosotros se los tenemos que dar", está dejando entrever esa loca idea de ganar como sea que daña constantemente al fútbol. Cuando repite "la gente sólo quiere ganar y eso tenemos que hacer", está exponiendo también esa facilidad que tiene este juego para transformar a un jugador en héroe o en villano. Se sabe: un triunfo o un gol pueden cambiar cualquier ecuación. Y eso le ocurrió a Gabriel Funes Mori, quien tras abrir el camino al triunfo transformó el maltrato en aplausos, los silbidos en elogios y los insultos en ovaciones.
¿Les querés contestar a los que te insultaron este último tiempo?
- No. No les quiero responder. Entiendo que quieran ganar y que a veces se las agarren con los jugadores. Es entendible.
Mejor hablar en la cancha...
- Sí, claro. Siempre trato de hablar con goles, hacer las cosas bien y dejar todo por River.
¿Cuánto te molestan los insultos y los murmullos en la cancha?
- No me molestan. Trato de estar concentrado, estar seguro, aguantar la pelota y después intentar lo que sé hacer.
Bien sabe Funes Mori que el soleado domingo en Boedo pudo haber sido diferente. "Me erré un gol debajo del arco y con el penal para ellos pensé que se caía todo. Por suerte Chichi hizo su trabajo y cambió el destino del partido", comenta con la sonrisa de un goleador correctamente alimentado.
¿Cuánto necesitabas el reconocimiento del final?
- Mucho. Es importante, sobre todo para el futuro. Siempre es bueno que a uno lo aplaudan. Los delanteros viven del gol y si no lo hacen, hay algo raro ¿no? Por suerte se me pudo dar.
El Mellizo no quiere recordar la racha de 363 días sin convertir, esa que se cortó en la 5ª fecha, ante Defensa y Justicia, con su conquista sobre la hora que evitó la derrota en un Nuevo Gasómetro sin público. Sí, en cambio, se detiene a repasar su último gol, en el mismo escenario, pero esta vez con su gente de testigo: "Fue uno de los más lindos de mi carrera . Le pegué fuerte y entró. Almeyda me agradeció después del partido".
¿Qué sentís ahora con todo el cariño que apareció de repente?
- Esperaba mucho este reconocimiento. Agradezco por el gesto de la gente y por las chances que me da Almeyda. El sábado había presión, no veníamos jugando bien y por suerte todo salió como queríamos. Como ya dije, el hincha quiere resultados y hay que dárselos.
Ganar, claro, ésa parece ser la única receta.