viernes, 4 de marzo de 2011

El increíble Erik...

Lamela hoy cumple 19 años y los festeja en pleno crecimiento. "Me estiré de golpe", dice el pibe 10 que come sin grasas ni gaseosas y sobresale en la parte física.
Las fotos que ilustran estas páginas hablan por sí solas. En la era del photoshop bien vale aclarar que las instantáneas de Erik no han sufrido ni el más mínimo retoque. Fue él quien cambió. Su físico, su musculatura, su juego, su influencia. Y también su ropero. Del verano 2010 al del 2011. Un año frenético y de incesante crecimiento por donde se lo observe. Quizá por eso no le queda grande la 10 de River.
"Mi espejo es Messi", confesaba Coco en diciembre del 2008, mientras otro espejo, el de su habitación, le devolvía un cuerpo en el cual le costaba encontrarse. Pues aquel pibito zurdo y de rubia melena que se quiso llevar el Barcelona había pegado el primer gran estirón. De los 12 a los 16 años creció 30 centímetros y subió 32 kilos. Debió aprender a tutearse con sus piernas largas y un cuerpo distinto al que estaba acostumbrado a llevar. "Fue como que me estiré de golpe y no me encontraba con la pelota. Yo sentía que no estaba bien, pero de a poco me fui acomodando", recuerda ahora Lamela. Y vaya si supo aggiornarse al nuevo envase, a su nueva fisonomía. Las zancadas que hoy levantan al Monumental, ese tranco largo y parejo, son productos de un desarrollo físico que se potenció en el último tiempo. El año pasado, ya estando en la Primera de River, Erik fue durante dos meses al gimnasio por su cuenta, hasta que en el club le aconsejaron no exigirse más allá de la rutina general. Pero el pibe seguía ganando masa muscular y cuentan que eso responde a un cuerpo privilegiado, herencia de las fibras de papá José y la buena estatura de mamá Miriam. Ellos también se sorprendieron con el acentuado desarrollo del nene. Además, desde el entorno del jugador destacan su disciplina para entrenarse y en las comidas, al punto que evita las grasas y nunca toma gaseosas.
Está claro que Lamela tiene el ADN del 10 de River. Sin embargo, su caso es singular si se repasan las joyitas que en los últimos 20 años fueron surgiendo de la cantera de Núñez. Piense, si no, en Ortega, Gallardo, Aimar, Buonanotte, Lanzini, todos talentos de talle small. Coco es otra cosa. Recién hoy celebra 19 años y su físico ya se amolda al prototipo del futbolista europeo. En los últimos dos años fue el más rápido del plantel en la prueba de los 2.000 metros y sus compañeros no dejan de resaltar su potencia de piernas y la manera en que utiliza el lomo y los brazos.
En el departamento médico del Monumental dicen que el Lamela versión 2011 mide 1,84 metro y pesa 80 kilos. Apenas los tatuajes y una cicatriz debajo del ojo derecho se mantienen como estaban. Por el resto, es el increíble Erik.

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