lunes, 6 de diciembre de 2010

"No me quiero ir"

Erik Lamela le pone un freno a las intenciones del Milan: dice que pensará en una transferencia recién en un par de años. Primero quiere ser campeón con River.
Erik Lamela no es goleador pero el oportunismo es una de sus virtudes, porque el zurdo convirtió su primer gol en la Primera de River justo ante la mirada del director deportivo del Milan, que se quiere llevar al pibe de 18 años a cambio de 12 millones de euros. En el informe que realizó Ariedo Braida luego de ver el triunfo de River en Santa Fe, seguramente no sólo destaca las condiciones de Lamela para moverse como enganche o recorrer la banda izquierda con buen tranco y panorama, sino que también debe mencionar la personalidad del juvenil y su capacidad para definir por encima del cuerpo de Pozo y con la pierna derecha. De todos modos, Erik ilusionó al tano sólo en la cancha. Afuera, el zurdo le tiró un balde de agua fría a las intenciones del gigante italiano: "No me quiero ir. Estoy desde chico en River y le debo todo al club. Quiero ganar aunque sea un título con esta camiseta y después, si toca una transferencia, se dará, pero dentro de un par de años".
Hasta el momento, Lamela no se había expresado sobre la posibilidad de una transferencia al Milan. Apenas había comentado que "es lindo que me estén mirando". Tal vez curtido por la fuerte experiencia que vivió con apenas 12 años cuando se lo quiso llevar el Barcelona, ahora Coco no se embala por el interés del Rossonero. Prefiere disfrutar de su presente, del lugar que se ganó en el equipo de Jota Jota, del golazo que le metió a Colón: "Nunca me imaginé que el primero sería de derecha", dijo. También, apostar por seguir afianzándose en Primera. "Yo no me siento ni más ni menos responsable que el resto de mis compañeros por ser el enganche de River. Trato de aportar lo mío como lo hacen todos y por suerte en los últimos partidos nos están saliendo bien las cosas", minimiza el juvenil que con apenas 13 partidos con la camiseta de River ya cotiza en millones de euros.
El primer intento del Milan rebotó contra las pretensiones de Passarella, quien rechazó los 12 palos y lo tasó en 20. Pero ahora es el propio jugador el que le pone un freno al poderoso club italiano. Claro que los tanos no parecen dispuestos a retroceder. Y mucho menos si Lamela sigue demostrando talento en cada partido.

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