lunes, 4 de octubre de 2010

¿Tiene banca o banco?

Ortega, que hizo su primer gol en el torneo, salió en el ST con mala cara. Cappa siempre había dicho que al 10 se lo deja en cancha. ¿Y ahora?
El gesto, adusto. Molesto, fastidioso, cabreado. Así salió Ariel Ortega de la cancha. Cuando a los 35 minutos del segundo tiempo Angel Cappa decidió sacar al 10 para hacer ingresar a Buonanotte, el axioma cappista de que "a Ortega se lo mantiene en cancha", se vino abajo. Sí, desde la ventanita carcelaria del vestuario visitante Angelito tomó una de sus decisiones más fuertes en un partido y justo con el jugador que "intimida con su mera presencia y siempre te puede inventar algo", como había dicho el DT.
Y Ortega, obvio, salió fastidioso. Ariel no había tenido un buen partido, pero, capitán del equipo por la salida de Almeyda, era el abanderado de la verguenza de un River que buscaba empatar el partido sin muchas ideas. Y, mal que mal, había hecho su primer gol en el campeonato minutos atrás: Víctor López tomó de la camiseta a Pavone dentro del área, penal después de 28 partidos (ver aparte) y el Burrito ejecutó a la derecha de Bologna, que adivinó el palo pero nada pudo hacer por lo esquinado del remate, que llegó a besar el poste.
La semana pasada, Ortega había ido al banco y el DT se había justificado en términos de darle al jujeño un merecido descanso tras una semana en la que el 10 no se había entrenado dos días por una fatiga muscular. "Ortega andaba necesitando un respiro", había dicho Cappa que, igual, después de los primeros 45 minutos con Quilmes lo mandó a la cancha. ¿Contradicciones? Tal vez sólo sea que el técnico es categórico en sus definiciones, y ayer se haya terminado eso de que "a Ortega se lo mantiene en cancha".

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