"Este equipo está mentalizado para luchar arriba"

Maidana sueña con el título: dice que sus hermanos se ponen la de River y se siente tocado por una varita mágica.
Mientras los pibes que usan guardapolvo y cargan sus mochilas sueñan con ponerse la camiseta de River, hay alguien que ya la viste y que se propone volver al colegio. Jonatan Maidana cumplió con el objetivo de llegar a Primera, pero tiene una meta pendiente. "Hice hasta el primer año del Polimodal porque no de me daban los tiempos. Me entrenaba en Los Andes y tenía casi una hora y media de viaje; lo mismo para volver. Me era imposible, pero en algún momento quiero terminar la escuela".
¿Cómo era tu día?
-Yo vivía con mi familia en Glew (al sur del Gran Buenos Aires). Tomaba el 501 hasta la estación de Long-champs. De ahí, el tren hasta Lomas y después el 540 hasta Los Andes.
¿Alcanzaba la plata para pagar los boletos?
-No siempre. En el tren a veces me colaba y en los bondis sacaba el boleto más barato. Llegaron a bajarme por eso.
¿Tuviste que trabajar?
-No, gracias a Dios mi viejo siempre tuvo laburo y pudo mantener a la familia. Trabajaba en el Mercado Central y yo a veces lo ayudaba a cargar los camiones, pero nada más. Hizo un sacrificio muy grande para que yo pudiera dedicarme al fútbol.
¿Ahora sos vos el que ayuda a la familia?
-Sí, claro. Yo valoro mucho el esfuerzo que ellos hicieron y estoy orgulloso. Por eso ahora los ayudo para que puedan vivir tranquilos, devolviendo un poco de todo lo que me dieron.
¿A tus hermanos cómo los apoyás, más allá de lo económico?
-Tengo cuatro hermanos. Uno dos años menor que yo, otro de 16, uno que está por cumplir diez y otro de cuatro. Les digo que terminen el colegio, que es muy importante. Yo no tuve esa posibilidad, es algo que tengo pendiente, y se los remarco a ellos.
¿Juegan al fútbol?
-Sí, dos juegan en Banfield. Ya jugaban ahí cuando yo llegué a préstamo. Fue una casualidad.
¿Ellos eran de Boca y se hicieron de River?
-Y sí, se hacen hinchas del equipo en el que estoy porque quieren que me vaya bien. Siempre usaron la camiseta de mi equipo.
¿Tenías miedo de que te miraran de reojo por tu pasado en Boca?
-Uno sabe la rivalidad que hay entre los dos clubes, pero nunca tuve miedo de eso. En cuanto se me dio la posibilidad de venir acá, me entusiasmé y me puse muy contento. Arranqué bien, pero no me puedo quedar con esto. Debo mejorar, seguir creciendo.
Pero el hincha de River ya te valora
-Yo me sentí bien desde el primer partido. Quiero lo mejor para esta camiseta y pongo todo mi esfuerzo. Seguramente se notó el sacrificio que puse y la gente valoró eso.
¿Sos un central duro?
-Creo que tengo condiciones. Si River me dio la posibilidad, quiere decir que algo bueno tengo, así que debo creer y confiar en mí. Me siento capaz de defender esta camiseta.
¿Cuál fue el delantero más complicado que marcaste?
-Varios. Bergessio, cuando él estaba en Racing, el Tanque Pavone en Estudiantes. Y ahora, Silva.
¿Te sentís un privilegiado por haber jugado en Boca y ahora en River?
-Mirá, tuve un DT en Los Andes, Juan Carlos Díaz, que me dijo: "Estás tocado por la varita mágica". Y el tiempo le dio la razón.
¿Cappa te pidió que cambiaras tu juego?
-No, lo que pide en general: tratar de que el equipo salga jugando, entregar bien la pelota. Igual no tiene problemas si la tenemos que reventar.
¿Pesa el promedio?
-No, sabemos que el tema está instalado, no lo vamos a negar. De todas maneras este equipo está mentalizado para luchar arriba, por el campeonato. Tuvimos un traspié con Vélez pero nada más, seguimos pensando en positivo.
¿Es imposible que River descienda?
-No sé se imposible, nosotros tenemos la responsabilidad de que eso no suceda, de defender esta camiseta hasta la muerte. Nuestro objetivo es ése, pero también mirar la tabla de arriba. Y ahora estamos ahí: arriba de todo.